martes, 30 de octubre de 2007
Pobre cambio climático
Hoy en día CAMBIO CLIMÁTICO no puede salir a la calle. Le insultan, le improperian, le descalifican... Es lo que pasa cuando colocas la foto de un maltratador por la tele, en internet, en las revistas, en los cines... Es sometido a un linchamiento público sin piedad. ¿Merecido? Bueno... sí. El chico es un desequilibrado, un agresor que no ha hecho sino maltratar continuadamente a nuestros queridos compañeros: MEDIO AMBIENTE y NATURALEZA, cuyas secuelas físicas y psicológicas hemos tenido que sufrir todos en forma de veranos achicharrantes, inundaciones devastadoras, tsunamis implacables...
Echamos de menos a nuestros compañeros MEDIO AMBIENTE y NATURALEZA, con quienes tan buenos ratos hemos pasado en las costilladas del pueblo, los paseos por el monte con la familia, incluso en esos chapoteos alegres de nuestra infancia contra las olas del mar. Pero ya no es lo mismo. Se han convertido en unos amigos desarraigados y castigados que, a su vez e involuntariamente, nos castigan a nosotros.
Pero no lo echemos todo en hombros de CAMBIO CLIMÁTICO. Ojo, que no quiero quitarle toda la culpa. A tenido una vida difícil y debemos tenerle compasión por ello, pero eso no es excusa para que ande por ahí agrediendo al personal. Debe pagar y pagará, si es que todavía estamos a tiempo de reabilitarlo.
Pero nos olvidamos de su infancia, de sus malas amistades, de sus colegas interesados... Una serie de personas que le llevaron por el mal sendero y le han convertido en el muchacho que es hoy.
¿Que me decís de INDUSTRIA? Mucho antes de que descargáramos nuestras iras contra el pobre CAMBIO, el ya lanzaba sus orines y defecaciones a los ríos, enterraba sus tóxicas deposiciones en tierra desconocida, y emitía sus nocivos humos de carretero a la estratosfera. Fue él, con golpe sádico, quizá inconsciente en un principio, pero plenamente calculado desde hace varias décadas, quien llevó ha CAMBIO ha su periodo álgido de hoy.
Pero no nos quitemos culpa. Que nos gusta despotricar contra el muchacho delincuente, pero nosotros también pusimos nuestro granito de arena para ponerlo donde está. ¿O no acumulamos nuestra mierda en vertederos para que se descompongan? ¿O no cogemos el coche a diario, llenando el aire de humo y polución? ¿O no disfrutamos de los lindo con nuestros aires acondicionados y calefacciones, que tanto contribuyen a reforzar a nuestro enemigo el CAMBIO?
Ahora nos curamos en salud hablando de reciclaje, de nuevos combustibles y energías renovables, del protocolo de Kyoto y de lo responsables que somos al ir al cine para ver un documental de denuncia ecológica... (¡Qué verdad más incómoda!). Pero no nos pongamos hipocritillas. Que la culpa es de todos y la responsabilidad mutua.
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