miércoles, 27 de agosto de 2008

¡MARUJEANDO!

Entre las experiencias más gratificantes que he tenido la oportunidad de disfrutar últimamente, hay una que se lleva la palma: ser el blanco de la conversación de un grupo de marujas. Como sabréis, he estado de vacaciones con mi madre. Un plan que me ha obligado a estar seis días demostrándome a mí mismo que todavía puedo ser un chico presentable y formal.

Bien, pues durante las cenas en el hotel, yo y mi madre compartíamos la mesa con… ¡¡¡un grupo de marujas!!! Me refiero a marujas de esas de las de siempre. Esa especie en peligro de extinción tan propia de la España más castiza y que se puede encontrar todavía en algunos reductos del interior de la península.

Las marujas son, sobre todo, conocidas por hablar mucho. Exprimen cada tema del que conversan hasta el fondo. Eso sí, dando siempre una visión de cualquier aspecto desde un punto de vista doméstico, tradicional y moralista.

Esa noche, les dio por hablar de mí. Yo, por educación, y porque no me atrevo a abrir la boca frente a mi venerada madre, mantuve el pico cerrado, masticando con esmero la comida y mirando con atención a mis compañeras de mesa (fijándome en la nariz, y no en los ojos, ya que soy muy tímido con las señoras mayores). Mientras, ellas hablaban como si me conocieran de toda la vida:

“Ay, ¡qué chaval más bueno! ¡Cómo acompaña a su madre! Tiene cara de no haber roto un plato…”. Y siguieron indagando: “Ay, ¿tienes novia?”. A lo cual yo respondí que no, y ellas continuaron: “pues a ver si te echas una buena. Y a ver si te das prisa, que el que llega a primera hora al mercado coge el pescado fresco, y, quien llega a la última, recoge las sobras”.
Yo escuchaba con paciencia estoica. Por mi cabeza, barrundaba constantemente la misma idea: “¿en qué lugar cerca de aquí me pueden servir un ron-cola?”.

lunes, 18 de agosto de 2008

YO SOY EL HIJOPUTA!!!

Hoy el hijoputa quiere ofrecer un post más personal que sus anteriores. Es decir, pretendo hacer una reflexión más profunda acerca de las motivaciones que conducen a la maldad. ¿Por qué soy un hijoputa? No sabría responder a esa pregunta… me falta… ¿cómo decirlo?... perspectiva.

Sólo os diré una cosa. A veces, alguien intenta fingir lo que no es. Simplemente, por aparentarlo. Aunque sueñe con llegar a ser ese ideal, sencillamente, no lo es. A veces, un hombre debe enfrentarse consigo mismo para llegar a ser él mismo. Y, como decía aquel, es necesario que todo cambie para que vuelva a ser igual.

Las guerras del mañana no serán nucleares, ni bioquímicas, ni bacteriológicas… no, no, no. Eso te lo consigue cualquier hijo de vecino con acceso a ebay. Las guerras del mañana serán psicológicas y estarán en juego los elementos más esenciales del comportamiento humano.

Bien, tras esta reflexión, comprendo que mi papel de hijoputa ya no tiene sentido en este mundo y abandono esta sección. Confío en que, después de mí, empiecen a retirarse otros personajes como José Luis, Bigbottom, el doctor Bronxon o… ¿quién sabe lo que será del comando Torrego?

jueves, 14 de agosto de 2008

3 horas con Chechu

Antes de partir hacia Londres, para envidia de los que aún trabajamos (por poco tiempo, por cierto), Chechu pasó por aquí, por la capital internacional en este verano Expo. Aquí os aporto unas instantáneas de la fabulosa tarde qeu pasamos ante las historias de Jesús y su calmada retórica:


La cara de Jose ante las múltiples pausas dramáticas de la historia. Y la de la chica de al lado, que también es un poema...


Pero lo mejor de todo, sin duda, cuando Josuco sacó del bolsillo su nuevo medio de transporte sostenible. Pura magia!!! Quiero una!!!!



Este domingo os abandono para tres semanas. Besos y abrazos!!!!!!!!!!!!!

viernes, 8 de agosto de 2008

INCULTO!!

La verdad es que lo de las chicas puede llegar a ser muy perturbable… ¡Un momento! Ya me encuentro, otra vez, hablando de cosas sobre ligues… ¡¡Esto ya parece la serie esa de televisión de los impares!! ¿Por qué nos torturan poniéndonos esa basura en prime-time? ¿Qué hemos hecho para merecerlo?


Bueno, que quede clarito que no quiero que mis posts se parezcan remotamente a eso. Pero es que, mirad, quedo con una chica y, lo que menos me esperaba, ¡me viene con un libro! Buffff, yo me asusté: “¿qué es eso? Me resulta familiar, me recuerda a la Universidad… ¡¡oh, cielos, es un libro!!”



La chavala va y me dice lo que más me temía: “toma, léelo, a ver qué te parece”. Inmediatamente, pienso: “ya sabía yo que haber puesto la lectura entre mis aficiones del feisbuk me iba a traer este tipo de problemas”. Yo cojo el libro, pongo cara de que me interese su contenido y paso las hojas. 120 páginas, no sé si estaré preparado para ello. Resulta que, si quieres quedar bien, vas a tener que leértelo, majete.



Al día siguiente, me despierto. Me esperaba un día duro, iba a enfrentarme a una novela de amor. Para empezar, nada como un desayuno potente. Después, unos minutos de ejercicios de calentamiento y estiramiento. Posteriormente, necesitamos un buen espacio para comenzar la lectura: una habitación debidamente iluminada y con la temperatura adecuada, sin ningún tipo de ruido. Evito tener cerca distracciones como cómics, revistas pornográficas o tu colección particular de muñecos vudú.

Comienzo a leer. “Francisca contemplaba el horizonte, donde el cielo y la tierra se fundía. Entonces comprendió todo. Debía salir de allí. Debía comenzar una nueva vida”. Ajá. Tu mente lucha por escapar de la lectura, te empieza a putear: “¿Pedrito, qué haces? Oh, ¡estás leyendo! Yo también me pondría a leer, si no tuviera tantas cosas que hacer. Por ejemplo, ¿qué haces leyendo eso, teniendo que estudiar para la autoescuela?”. Hay que joderse, meses sin pensar en ello y, ahora, me da por querer estudiar para el carné. El caso es que empieza a darme la sensación de que mi tiempo es demasiado valioso para dedicárselo a Francisca. Vas leyendo rápido, pasándote por encima esos párrafos que no añaden mucho a la historia. “Sus ojos se deseaban. Llevaban mucho tiempo esperando para ese momento… ella, por fin, era libre. Por fin, era feliz…”.


Dos horas después, abandonas la lectura, exhausto, para comprobar que… ¡¡¡Aún te queda la otra mitad del libro!!
Por cierto, ¿alguien le puede decir a la actriz de “La Lola” que para hacer de tío no tiene porque actuar como un pandillero farruco del Brons?

miércoles, 6 de agosto de 2008

Becarios

Becarios… hace dos días éramos uno de ellos y hoy un abismo nos separa de esos pequeños sonrientes e inquietos que coleccionan merchandising de la empresa. Todos ellos son de una pasta especial, una pasta de la que nosotros también estábamos hechos, insisto, hace un par de días. Hoy son ellos los que nos miran con distancia, con la distancia que da la poquita experiencia que hemos acumulado en este tiempo, que aún así es más que la suya. Pero también nos enseñan cosas que hacen que ese abismo generacional que se haga irritantemente patente. Un buen ejemplo de esas enseñanzas es esta: “si no eres Tuenti no existes”. Tuenti, una página estilo Facebook para quinceañeros tardíos con ganas de fiesta a cualquier hora para poder disfrutar de sus fotos y comentarios hasta la próxima quedada. Y lo peor de todo, cuando sucumbes a sentirte joven y ridícula, te creas un perfil en Tuenti de buen rollo, formas parte de sus fotos, comentarios, bromas internas y cotilleos… ¡van y te llaman topo! ¡Consideran que eres un topo de redacción!
Necesito vacaciones.

martes, 5 de agosto de 2008

Fenómenos del Youtube (5)

Charlie bits me

El youtube ha demostrado que la gente, toda la gente, es una friki. Una raza alienígena que parecía minoritaria pero, reconozcamoslo, todos tenemos nuestro punto freak en nuestro corazoncito.
Las mayores tonterías colgadas en vídeo doméstico acabán causando furor entre los enjutos mojamutos del mundo que, cual evangelizadores de la red global, lo difunden a través de blogs, fotologs, perfiles de internet, mails... En el momento en que llega a nuestras manos ese vídeo ya ha sido visto por millones de personas.
El caso que analizamos hoy se llama "Charlie bits me". Un vídeo grabado por un padre babeante con las pocholadas de sus hijos, de esos de los que te hace un book del niño cada día (que si el crio comiendo, que si el crio gateando, 400 fotos de cómo duerme el niño, que si jugando, que si con los ojos virolos...; y luego te las enseñan... ¡todas! ¡Alejaos de los padres primerizos!). Ese padre consiguió grabar una situación graciosa protagonizada por sus retacos y, encoñao como esta del producto de sus genes, lo compartió con el mundo a través del youtube.

Original


¿Pero qué pasa si este video, de repente, encanta a los freaks de internet? ¿Lo comparten entre ellos? ¿Lo convierten en fondo de escritorio para el próximo Campus Party? Pues que, antes o después, los que lo máximo que sabemos de informática es que, cuando se cuelga el Windows hay que dar a Control+Alt+Suprimir, recibimos el vídeo y nos encanta. Nos encanta, ya sea porque conocemos toda la avalancha que hay detrás o porque realmente nos encanta. Y como somos seres influenciables (un psicólogo que entrevisté me dijo que el ser humano es el animal más predispuesto a ser adicto a cualquier cosa), hacemos eso que los griegos llamamos 'mimesis de praxis', es decir, nuestras propias versiones del vídeo. Con los colegas, para echar unas risas... pero claro, hay que compartirlo luego con el mundo.

Dos hermanas


Así que, en un plazo de tiempo relativamente corto, el youtube se llena de vídeos de gente imitando a estos cándidos proyectos humanos. El mismo video, personas diferentes. Probadlo, podeis estar una hora y seguirían habiendo vídeos para ver.
Pero, igualmente, sólo es cuestión de tiempo para que la gente empiece a rizar el rizo con este vídeo y hacer versiones más... adultas.



Pues eso. ¡Oh, influenciables masas! ¡Creced, multiplicaos y contratad un ADSL! Parece que ese es el mensaje de hoy en día.

viernes, 1 de agosto de 2008

La publicidad (ese extraño invento)

Cuando un anuncio se convierte en canción del verano

Ha habido ocasiones en que ni los bisbales de turno, ni el King Africa, ni el todopoderoso Giorgie Dann, han podido alzarse con la canción del verano; a pesar de sus intentos. Sin embargo, se ven barridos sin clemencia por un anuncio publicitario, que imitando sus técnicas compositivas (a saber, hacer una mierda de canción en cinco minutos... pero pegadiza), consigue llevarse al huerto a la masa de gente. Hasta el punto de que piden en los bares que la pongan. Hasta que en los bares es la canción más bailada. Hasta el punto que hacen una versión bakala para las discotecas.

Un ejemplo fueron los de la ONCE que, arremetiendo contra las canciones del verano, insustanciales y estupidas... pero pegadizas, nos vendieron el cupón del verano a base de estribillos facilones... y con los que te partías la caja.

Tapitas


Genial la segunda parte, en inglés, para el mercado internacional (Jeeeeefeeeee, que es lo que yu jaf...).

Tu me das cremita


Pero este fenómeno parece repetirse este año, al menos aquí, en terruños navarricos. Ni el chiki chiki, el cual ya nos había saturado meses antes de verano, ni nadie. Pero resulta que una campaña, de apenas treinta segundos, de Eroski, consigue que todo el mundo por la calle no haga más que cantar esta cancioncilla: ¡¡¡Balones y toallas!!!