Traispotting, Danny Boyle (1996)
Película de culto de los 90 con la que todos comenzamos de una manera o de otra nuestra adolescencia, del que las drogas formarían parte ya fuera por el Sida, las campañas oficiales de 'Enganchate a la vida' o su consumo posterior.
Basada en la novela 'Trainspotting' de Irving Welsh, la película fue todo un fenómeno de su tiempo, creó escuela con su estética combinada con buena música y generó polémica, mucha polémica. Hasta entonces nunca se había hablado en el cine tan abiertamente de las drogas y mucho menos con el lenguaje de la cultura urbana. Un grupo de personas cínicas y deprimentes, resignados al hecho de que han arruinado sus vidas, están enganchados a la heroína, una droga que odian y aman a la vez y de la que nunca podrán librarse, que son conscientes de que morirán por una sobredosis o por el VIH, consecuencia de los 'chutódromos', odiandose los unos a los otros porque reflejan lo bajo que han caído, pero permaneciendo juntos, porque no tienen a nadie más. Además, "es un amiguete, así que qué le puedes hacer".
Muchos han intentado con mayor o menor éxito está película (incluida entre las 10 mejores de la historia del cine británico). El momentazo inicial es único, una de las mejores presentaciones del cine actual. En menos de dos minutos conocemos a los personajes que nos guiarán por la historia.
Pero hay más momentazos (si no los he metido ha sido por no llenar de pantallas del youtube). Renton y su buceo surrealista por la taza del water buscando unos supositorios de heroina, la sobredosis representada por la alfombra que le arrastra a las profundidades, la genial entrevista de Spud hasta arriba de speed (no hay que hacerlo muy mal porque sino sabrán que no quieres el trabajo y te quitarán el paro, pero tampoco demasiado bien... ¡no te vayan a dar el puto empleo!), los monólogos de Sick Boy (quien próximamente tendrá una película en la secuela 'Porno') alrededor de la figura de Sean Connery y su papel de James Bond, el mono de Renton donde todos su miedo, frustración y culpabilidad surge en forma de alucinaciones... y Begbie (o Frank o Franco o Generalisimo o Pordiosero), el único que no se droga ("Frank no le pega a las drogas, sólo a la gente"), un obseso de la violencia que lo único que busca es una mínima provocación para pegar una paliza a cualquier infeliz rematando la faena con un navajazo. Un personaje al que sus propios amigos tienen miedo, pero qué le puedes hacer.
Genial, señores, genial. Si no la han visto no sé a qué esperan.
martes, 16 de octubre de 2007
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1 comentario:
Me he dejado un momentazo que también es genial. Pero no os iba a reventar el final, ¿no?
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