Bueno, que quede clarito que no quiero que mis posts se parezcan remotamente a eso. Pero es que, mirad, quedo con una chica y, lo que menos me esperaba, ¡me viene con un libro! Buffff, yo me asusté: “¿qué es eso? Me resulta familiar, me recuerda a la Universidad… ¡¡oh, cielos, es un libro!!”
La chavala va y me dice lo que más me temía: “toma, léelo, a ver qué te parece”. Inmediatamente, pienso: “ya sabía yo que haber puesto la lectura entre mis aficiones del feisbuk me iba a traer este tipo de problemas”. Yo cojo el libro, pongo cara de que me interese su contenido y paso las hojas. 120 páginas, no sé si estaré preparado para ello. Resulta que, si quieres quedar bien, vas a tener que leértelo, majete.
Al día siguiente, me despierto. Me esperaba un día duro, iba a enfrentarme a una novela de amor. Para empezar, nada como un desayuno potente. Después, unos minutos de ejercicios de calentamiento y estiramiento. Posteriormente, necesitamos un buen espacio para comenzar la lectura: una habitación debidamente iluminada y con la temperatura adecuada, sin ningún tipo de ruido. Evito tener cerca distracciones como cómics, revistas pornográficas o tu colección particular de muñecos vudú.
Comienzo a leer. “Francisca contemplaba el horizonte, donde el cielo y la tierra se fundía. Entonces comprendió todo. Debía salir de allí. Debía comenzar una nueva vida”. Ajá. Tu mente lucha por escapar de la lectura, te empieza a putear: “¿Pedrito, qué haces? Oh, ¡estás leyendo! Yo también me pondría a leer, si no tuviera tantas cosas que hacer. Por ejemplo, ¿qué haces leyendo eso, teniendo que estudiar para la autoescuela?”. Hay que joderse, meses sin pensar en ello y, ahora, me da por querer estudiar para el carné. El caso es que empieza a darme la sensación de que mi tiempo es demasiado valioso para dedicárselo a Francisca. Vas leyendo rápido, pasándote por encima esos párrafos que no añaden mucho a la historia. “Sus ojos se deseaban. Llevaban mucho tiempo esperando para ese momento… ella, por fin, era libre. Por fin, era feliz…”.
Dos horas después, abandonas la lectura, exhausto, para comprobar que… ¡¡¡Aún te queda la otra mitad del libro!!
Por cierto, ¿alguien le puede decir a la actriz de “La Lola” que para hacer de tío no tiene porque actuar como un pandillero farruco del Brons?
7 comentarios:
me encanta la lola!!!!!!!!!!
me enganché a ella en vacaciones y ya no puedo seguir viéndola y la echo de menos
la chica del libro es la misma que la del concierto? si es que sí, una relación muy cultural la vuestra
Yo tb estoy enganchada a la lola!! Y que sepas, Nerea, que los capítulos que te pierdas los puedes ver en Internet, en la página de antena 3. Soy una friki!
Josemi, cómo va el libro? jijiji
Pasaré por alto el hecho de que a ambas os guste la serie de Lalola...
Pues bien, el libro ya lo he terminado. Ahora necesitaré unos tres meses de tratamiento para reponerme...
no puedo verlos x internet, xk no tengo internet en casa (decidí pasar de timofónica y ahora no me fio de nadie, jajajaja)
así k lloraré por mi lalola!!!
no me has contestado josemi
la chica del libro es la misma que la del concierto?
no te eskakees, si te has echao novia el blog es el mejor lugar para publicarlo (xa los k no tenéis fotolog, o tuenti jajaja)
POR DIOSSSSSSSSSSS QIERO LEER ESE LIBRO
LALOLA!!!!! Q NO SOIS TUENTIS NI JUBILADAS
Ok, Ne, acertaste. Nunca dudé de tu sagacidad.
La chica del libro es con la que me viste en el concierto, pero... ¡¡¡en ningún momento he dicho que sea mi novia!!!
Bueno, voy a ir preparando otro post. Ya que nadie se anima a publicar...
espera josemi, que voy yo!! date un tiempo
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