Dimitri lo sabe todo
Seguimos con el percal de personajes anónimos que por gracia y acción del internet, el sistema más público y anarquista que existe, donde cualquiera puede tener sus quince minutos de fama y pasar de grabar una chorrada en el salón de su casa a salir en los zappings de la tele.
Esta vez tenemos un subproducto social de Rusia que algunos tipos le han dado el nombre de Dimitri (de la misma manera que a un francés siempre le llamarán Dominic y a un alemán Adolf... cosicas). Una persona hasta las cejas de vodka, disfrutando de de la noche moscovita hasta que una reportera de buen ver decide hacerle una entrevista. Una serie de preguntas/respuestas que sigue su curso correctamente hasta un final inesperado en el que Dimitri reacciona de la manera más extraña posible.
EL ORIGINAL
Claro, que colgar el video y echarte unas risas está bien. Pero si puedes rizar el rizo y darle un toque todavía más freak, pues mejor que mejor. Y hete aquí que unas personas anónimas deciden crear la web
Una web en la que nos colamos por la puerta trasera de la discoteca y tenemos la opción de consultar a Dimitri de lo que queramos. Sólo tenemos que poner nuestro nombre y el motivo de la consulta para que Dimitri nos obsequie con sus perlas de sabiduría. Y, además, es una web aprobada por Chuck Norris, como se nos hace saber al final. Vamos, toda una garantía de calidad. Para muestra un botón:
DIMITRI SABE ACABAR CON EL PARO:
Y como el internet evoluciona que es una barbaridad, los fenómenos del youtube no se quedan en el youtube, ni siquiera se quedan con trascender a las televisiones. Sino que, en el auge de los perfiles virtuales, se convierte en todo un fenómeno en el facebook, lugar donde me encontré con este personaje y del que me ha faltado tiempo para hacerme fan con el único esfuerzo de un click.
jueves, 26 de noviembre de 2009
martes, 24 de noviembre de 2009
Palomitas con Txus
(500)días contigo
Las mujeres son unas zorras... ¿o no lo son?
“Las rosas son rojas, las violetas azules… jódete puta”
A esto se limita la inspiración del protagonista, arquitecto frustrado y diseñador de esas tarjetas con declaraciones de amor, filosofadas y felicitaciones varias. Y es que Summer, la chica por la que bebe los vientos, le ha dicho que deberían dejar de verse sin darle ninguna explicación. Una película totalmente centrada en el desamor y todo el proceso que hay que llevar hasta superar una relación fallida.
Sin ser una película increíble sí que es simpática y, sobre todo, consigue que te identifiques con el pobre protagonista desde el comienzo hasta el final. Tiene el gran mérito de romper con todo lo que hasta ahora eran las comedias románticas, incluso esas que van de rompedoras siendo más de lo mismo. Porque las comedias románticas son “chico conoce a chica, se enamoran, tienen un problema que les aleja pero se resuelve… y vivieron felices”. El cambio que le han dado ahora se resume en “chico/chica se odian pero después de un montón de situaciones supuestamente graciosas acaban descubriendo que son el uno para el otro”.
Esta historia va a algo más básico y, sobre todo, más cercano a la realidad: “chico conoce a chica, chico se enamora de chica… ella no”. Y ya desde el comienzo de la película nos aseguran que “esto NO es una historia de amor”, sino todo lo contrario.
Lo más curioso de la película es que no nos cuentan la historia de forma lineal, sino centrándose en diferentes momentos de la relación, dando saltos en el tiempo en el que se intercalan los buenos con los malos momentos, los felices con los depresivos del protagonista. Pasamos de las primeras semanas con el “amo su risa, amo su mirada, amo su piel, amo su pelo… me encanta esta canción” (que es ‘su canción’) al “odio su risa, odio su mirada, odio su piel, odio su pelo… ¡¡¡odio esta puta canción!!!”, en la misma escena.
Pero vamos con la sinopsis. El protagonista conoce a Summer, una chica guapísima y encantadora por la que se queda prendado desde el minuto cero. A la chica también le gusta él y se enrollan. Todo va genial excepto por una cosa: ella no cree en el amor y, por tanto, tampoco en las relaciones para toda la vida, “así que no pongamos nombres y vamos a disfrutar”, dice ella. Y todo sigue tal cual, perfectamente felices, prácticamente como una pareja normal y corriente, con nuestro protagonista enamorado hasta las trancas de Summer, aparentemente, correspondido. Hasta que Summer decide poner punto y final a la relación, dejando a nuestro protagonista con un palmo de narices, hecho un mar de duda y en la más patética de las depresiones, sintiéndose utilizado por una mujer despiadada que ha jugado con sus sentimientos para luego dejarle tirado.
Y ahí está la parte que intenta analizar el filme. Porque amamos a Summer cuando el protagonista ama a Summer. Y la odiamos y despreciamos por lo que le hace al protagonista. Curiosamente los mejores consejos sobre el amor/desamor salen de boca de una cría de 13 o 14 años que le da mil vueltas al resto de amigos confidentes.
Porque la cuestión es: ¿es Summer una zorra por haber jugado con los sentimientos del protagonista? ¿O es nuestro protagonista el responsable de su dolor y se ha metido solito en este jardín, ya que Summer siempre fue sincera con su postura? ¡¡Ahá!! Es la pregunta del millón y, obviamente, no nos la responde. Digamos que se queda entre dos aguas. Porque la historia no va de repartir culpas sino del camino que hay que recorrer desde que se termina una relación que creías perfecta hasta que consigues superarla, reconciliarte con el pasado, y seguir adelante.
Conclusión: Como he dicho, simpática y agradable de ver. Para pensar lo justo (¿eh, Aser?) y que no decepciona (¿eh, Virginia?). Se nota que al director o al guionista le encanta "Annie Hall" de Woody Allen, pero no ha querido ser tan irónico, cínico y despiadado como el director de las gafazas. No es un películon pero si la típica que te deja con una sensación de "me ha gustado" y que puedes ver una tarde de domingo sin nada que hacer.
Las mujeres son unas zorras... ¿o no lo son?
“Las rosas son rojas, las violetas azules… jódete puta”
A esto se limita la inspiración del protagonista, arquitecto frustrado y diseñador de esas tarjetas con declaraciones de amor, filosofadas y felicitaciones varias. Y es que Summer, la chica por la que bebe los vientos, le ha dicho que deberían dejar de verse sin darle ninguna explicación. Una película totalmente centrada en el desamor y todo el proceso que hay que llevar hasta superar una relación fallida.
Sin ser una película increíble sí que es simpática y, sobre todo, consigue que te identifiques con el pobre protagonista desde el comienzo hasta el final. Tiene el gran mérito de romper con todo lo que hasta ahora eran las comedias románticas, incluso esas que van de rompedoras siendo más de lo mismo. Porque las comedias románticas son “chico conoce a chica, se enamoran, tienen un problema que les aleja pero se resuelve… y vivieron felices”. El cambio que le han dado ahora se resume en “chico/chica se odian pero después de un montón de situaciones supuestamente graciosas acaban descubriendo que son el uno para el otro”.
Esta historia va a algo más básico y, sobre todo, más cercano a la realidad: “chico conoce a chica, chico se enamora de chica… ella no”. Y ya desde el comienzo de la película nos aseguran que “esto NO es una historia de amor”, sino todo lo contrario.
Lo más curioso de la película es que no nos cuentan la historia de forma lineal, sino centrándose en diferentes momentos de la relación, dando saltos en el tiempo en el que se intercalan los buenos con los malos momentos, los felices con los depresivos del protagonista. Pasamos de las primeras semanas con el “amo su risa, amo su mirada, amo su piel, amo su pelo… me encanta esta canción” (que es ‘su canción’) al “odio su risa, odio su mirada, odio su piel, odio su pelo… ¡¡¡odio esta puta canción!!!”, en la misma escena.
Pero vamos con la sinopsis. El protagonista conoce a Summer, una chica guapísima y encantadora por la que se queda prendado desde el minuto cero. A la chica también le gusta él y se enrollan. Todo va genial excepto por una cosa: ella no cree en el amor y, por tanto, tampoco en las relaciones para toda la vida, “así que no pongamos nombres y vamos a disfrutar”, dice ella. Y todo sigue tal cual, perfectamente felices, prácticamente como una pareja normal y corriente, con nuestro protagonista enamorado hasta las trancas de Summer, aparentemente, correspondido. Hasta que Summer decide poner punto y final a la relación, dejando a nuestro protagonista con un palmo de narices, hecho un mar de duda y en la más patética de las depresiones, sintiéndose utilizado por una mujer despiadada que ha jugado con sus sentimientos para luego dejarle tirado.
Y ahí está la parte que intenta analizar el filme. Porque amamos a Summer cuando el protagonista ama a Summer. Y la odiamos y despreciamos por lo que le hace al protagonista. Curiosamente los mejores consejos sobre el amor/desamor salen de boca de una cría de 13 o 14 años que le da mil vueltas al resto de amigos confidentes.
Porque la cuestión es: ¿es Summer una zorra por haber jugado con los sentimientos del protagonista? ¿O es nuestro protagonista el responsable de su dolor y se ha metido solito en este jardín, ya que Summer siempre fue sincera con su postura? ¡¡Ahá!! Es la pregunta del millón y, obviamente, no nos la responde. Digamos que se queda entre dos aguas. Porque la historia no va de repartir culpas sino del camino que hay que recorrer desde que se termina una relación que creías perfecta hasta que consigues superarla, reconciliarte con el pasado, y seguir adelante.
Conclusión: Como he dicho, simpática y agradable de ver. Para pensar lo justo (¿eh, Aser?) y que no decepciona (¿eh, Virginia?). Se nota que al director o al guionista le encanta "Annie Hall" de Woody Allen, pero no ha querido ser tan irónico, cínico y despiadado como el director de las gafazas. No es un películon pero si la típica que te deja con una sensación de "me ha gustado" y que puedes ver una tarde de domingo sin nada que hacer.
viernes, 20 de noviembre de 2009
Pedrito vuelve!! (y no está solo!)
Pedrito también ha salido de su escondite, y, ésta vez, nos deleita con otra de sus conversaciones confidenciales con la chica chicle. Lo que dice Pedrito está en negrita:
chica chicle, contéstame a una pregunta
qué es el líbido?
veamos... cómo se lo explico a un chicarrón del norte...?
explícalo con detalles
digamos que... es... el deseo, las ganas, el impulso... de un buen polvo
y tú tienes de eso?
tengo la libido por los suelos, necesito un chico chicle que me de impulso
quieres mascar, eh?
ya te digo
y hacer pompas
muuuchas pompas
Y quieres que te toque el cromo?
El cromo que todas quisieran, por favor
knok knok knoking on the heavens doooor
ven p'acá, cromito!
me estás llamando cromito?
hasta que se demuestre lo contrario, me gusta pensar bien de la gente, cromito mio!
esto quiere decir qué he ligado?
siempre ligas, no se por qué preguntas eso!
no ligo siempre
... coqueteo
segun me cuentas, casi siempre tus coqueteos tiene de premio un cromo
en tal caso, te he mentido
así que si ahoa me vienes con esas, voy a pensar que me has estado timando
ha sido una estafa piramidal en toda regla
y mis cromos eran más bien "rasca y gana"
con el resultado de "sigue buscando"
bua, ya decia yo q no podia ser verdad tanto cromo...
me has estafado
acabas de echar otra vez por los suelos el palmo de libido q habias conseguido subir
ríete de Madoff
gracias, eh?
las tuyas
martes, 17 de noviembre de 2009
T.C.S.I. (Torrego's Crime Scene Investigation)
Saludos a todos los que celebráis la resurrección de Torrego, como nosotras (Fiona y Kitty). Todos hemos recibido con entusiasmo su vuelta, pero esta misma mañana, en nuestro habitual encuentro ante un café y bollería fina, nos hemos dado cuenta de que su muerte sigue siendo un enigma sin resolver. Hay muchos sospechosos, con muchos móviles distintos para cometer el crimen, y mucha cara dura para quitarse "el muerto" de encima.
Por eso, ha llegado el momento de analizar la situación con detalle e investigar las causas de su cruel asesinato. Lo mataron a fuerza de ignorarlo, lentamente y haciéndolo agonizar... La muerte más horrible que puede tener un blog, sin lugar a dudas. Y ya es hora de realizar un T.C.S.I. para aclarar las cosas. Grisson (o como se escriba) y el atractivo muchacho "de color" (este vas a ser tú, Sonia, que al menos tienes el pelo rizado) se ponen manos a la obra para dar con las causas y resolver el misterio.
Por el momento, la primera fase de la investigación nos lleva a hacer público el retrato robot de dos de los sospechosos.
¿Alguien los conoce?
Cualquier pista podría ser vital. Gracias por vuestra colaboración.
Por eso, ha llegado el momento de analizar la situación con detalle e investigar las causas de su cruel asesinato. Lo mataron a fuerza de ignorarlo, lentamente y haciéndolo agonizar... La muerte más horrible que puede tener un blog, sin lugar a dudas. Y ya es hora de realizar un T.C.S.I. para aclarar las cosas. Grisson (o como se escriba) y el atractivo muchacho "de color" (este vas a ser tú, Sonia, que al menos tienes el pelo rizado) se ponen manos a la obra para dar con las causas y resolver el misterio.
Por el momento, la primera fase de la investigación nos lleva a hacer público el retrato robot de dos de los sospechosos.
¿Alguien los conoce?
Cualquier pista podría ser vital. Gracias por vuestra colaboración.
lunes, 16 de noviembre de 2009
Palomitas con Txus
¡¡Ha vuelto!! La sección que todos estabais esperando resucitar... ha resucitado. Si te gusta ir al cine, puedes compartir o no las opiniones que vierta de las películas que vaya comentando. Si lo último que has visto en el cine es Pretty Woman porque tu eres de quedarte más en casa para ver "Sálvame...", todavía hay esperanza para tí e igual te animas a ver alguna de las que aquí se propongan (excepto para Vir, que ya veo que su gusto cinematográfico, y por extensión el de su centollo, difiere ostensiblemente del mío).
Y si más preambulos...
2012, Roland Emmerich
Entretenida, muy entretenida
No es la fecha ni de los próximos juegos olímpicos, ni del super-plan anticrisis del gobierno 'floral', ni el anuncio de las próximas elecciones generales. Despreocuparos de todos estos temas intrascendentes porque en 2012 el mundo se acaba... Y punto. Lo dicen los mayas. Así que no hagais planes.
Antes de comenzar hay que decir que Roland Emmerich, el director, el que fue también de Independence Day, Godzilla y El día de mañana, debe haber pasado una infancia muy dura que le han dejado graves secuelas psicológicas. Tal desprecio hacia la humanidad, recreandose en su destrucción peli tras peli, es de libro. Vistos los antecedentes de este tio (Independence Day me parece que tiene un comienzo genial, pero cuando acaban de arrasar las ciudades se convierte en una basura... Y el rollo final de acabar con los alienígenas con un virus informático es de juzgado de guardia); todo hacía presuponer que sería millones y millones de efectos especiales con una historia asquerosa y aburrida de fondo.
No es así. Son millones y millones de efectos especiales, con una historia bien encajada, sin ser nada del otro mundo, con el rollo pasteloso que les gusta a los americanos, pero vamos a dejarlo pasar... Aunque tiene algunos diálogos que son para enmarcar: como la niña que tiene que usar braguitas de noche y, después del fin del mundo y con miles de millones de muertos, no se le ocurre otra cosa que proclamar orgullosa "ya no mojo las braguitas".
Esto no quiere decir que sea una buena película. Ni lo pretende. Con estas cosas sólo pedimos un entretenimiento. Y lo consigue. Es muy entretenida y, a pesar de las dos horas y media, no se hacen pesadas, porque es un no parar.
Le cuesta entrar en materia y dedica más tiempo del necesario a presentar el tema (que el mundo se va a la mierda). Pero luego tira millas hacia el infinito y cuenta con algunas de las secuencias más espectaculares que he visto en el cine en muchísimo tiempo (como una huida en limusina mientras la ciudad y sus rascacielos caen a su paso). Vemos sucumbir las principales ciudades del mundo (comenzando por LA, Nueva York y Washington, como no), al abrirse enormes grietas en suelo y producirse inmensos tsunamis. Incluso, y como novedad, tiene el puntazo de ver caerse en pedazos el Vaticano (incluso, si te fijas bien, ves como han incluido el detalle del Papa metiendose el hostiazo padre desde el balcón central donde se dirigía a sus fieles).
Por otro lado, tenemos al presidentísimo de los Estados Unidos, en su papel de lider del mundo; acompañado del científico pardillín que descubre todo el pastel. De forma encubierta comienzan a planificar la salvación de los muy muy muy muy pocos que se salvarán y serán el futuro de la humanidad. Vamos, que si no eres rico, poderoso o político (guiño en el que la sala se partió el culo: entre los elegidos está el gobierno de España), lo tienes crudo para sobrevivir.
"En el momento en que dejamos de preocuparnos por la gente... en ese momento perdemos nuestra humanidad"
Esta es la frase más profunda que se le ha ocurrido al guionista para darle el mensaje sentimental y humanista de rigor a esta película de catástrofes. Porque siempre tiene que quedar un resquicio de esperanza y buenrrollismo en estas pelis. Todo el mundo muere pero los que quedan son majos y se preocupan. Aunque al principio sean unos cabrones sin escrúpulos que sólo buscan salvar su pellejo y al resto que les den. No ocupa demasiado esta parte y se agradece la ausencia de mensajes ultrapatrióticos, ni que sea el presidentísimo de los USA el salvador de la humanidad.
Esa parte se la deja, como suele ser típico en estas pelis, al perfil escritor fracasado, divorciado, mal padre y mis hijos me odian. Pero como soy tan cool consigo arrastrar a mis hijos, mi mujer y su novio guay en avioneta desde L.A. a la China. Porque, obviamente, la única manera de recuperar el amor de tus hijos es ser un superhéroe en el apocalipsis... El resto de los mortales tendrán que conformarse con un viaje a Port Aventura. Esta parte es la central en la historia. Mientras el mundo se derrumba, la familia unida huiran en avioneta y luego en avión en busca de los pseudo-barcos en los que partiran los elegidos de la humanidad (así se demuestra que una clase pormenorizada de aviación es más que suficiente y que si naces con una flor en el culo, esta no se marchita ni en la cumbre del Himalaya... donde casualmente un monje budista te recogerá en coche para cumplir la última etapa de tu trayecto a la salvación... No es coña).
Conclusión: Siendo una peli que prometía dar ganas de vomitar, no sólo resulta que no es así sino que es fácilmente digerible y da buenas dosis de entretenimiento. Si eres capaz de perdonar el desliz, más que previsible, de una historia familiar con pasteladas constantes, es una buena opción para ir al cine a ver una, calificada por padre Aser como "de no pensar".
sábado, 14 de noviembre de 2009
La confusa comida japonesa (1)
-¡Si digo que es un barco de sushi... es un barco de sushi!- sentenció mi hermana mientras mirábamos una triste tabla de sushi por el escaparate del restaurante japonés.
Hacía tan sólo una semana había descubierto los placeres de la gastronomía del antiguo imperio oriental y se nos ocurrió "oye, pues vamos a probarlo"... Confusas y contradictorias han sido las experiencias que de aquel banquete han salido. Digamos que no me apetece 'ni el huevo' volver a ese restaurante. Lo que no significa que la comida fuese mala, destaco, pero a la hora de elegir un sitio para comer/cenar una próxima vez, no me parece una opción apetecible. Tampoco significa que la atención fuera mala, todo lo contrario, de hecho había una camarera/posible dueña de nacionalidad y raza también confusa, pero me provocaba ciertas sensaciones erotico-festivas... lo que se suele conocer como "que me daba un morbazo hormonal de la hostia" (ya abordaremos ese tema más adelante).
Ahondemos en el tema...
EL BARCO DE SUSHI
Mi experiencia previa con la comida japonesa (aparte de unos makis en Lanzarote, junto con Nerea, mientras Aser contemplaba con asco masticando un triste bocata de jamón york y queso) se limitaba a un restaurante en Ermitagaña en el que las mesas se ubican alrededor de una cinta transportadora donde un cocinero va colocando platos. Si no hay nadie, como suele ser las veces que he ido, la cosa se hace divertida y te echas unas risas. Si por el contrario hay gente, se convierte en una competición en plan "no te encapriches con ese plato de sushi-makis porque son mios tios... ¡así que ni se te ocurra cogerlos!". Un restaurante curioso este del que os hablo. La comida se parece a la japonesa aunque no lo es. Básicamente, y sin que los dueños se enteren de la afirmación que ahora hago aquí, son un grupusculo de chinos que se aprovechan de la ingenuidad local para hacerse pasar por japoneses y cobrar más por la comida. Pero centrémonos en el centro hostelero en cuestión.
Y, sí, cuando decía barco de sushi, era barco de sushi. Y, sí, nos pusimos hasta el culo.
Un barco de proa a popa cubierto de diferentes tipos de sushi. A mi el que me gusta es el conocido como 'maki', un poco de pescado rodeado de arroz y con algas. Rico rico. Pero lo del pescado y el marisco crudo, sin ser asqueroso, no acaba de ser una sensación placentera. Porque la gastronomía, lo dice Ferrán Adriá, se basa en distintos placeres: no sólo el sabor, sino también la textura y la presentación visual. Y es aquí donde la comida japonesa falla en el tema del sushi sin arroz, el pescado a palo seco. A todas luces está crudo, así que visualmente no resulta apetecible... no te entra por los ojos. En el sabor, tampoco es nada del otro mundo, la comida cruda no suele tener un sabor intenso... Es en la textura donde tengo más pegas. En el salmón, las sardinas y esas cosas no tengo ningún problema. Pero comer pulpo a lo basto, plasticoso y viscoso como es, como que no genera ningún placer culinario ni gastronómico.
En los primeros bocados no hay ningún problema, pero conforme avanza el proceso gástrico empiezas a notar que en tus interiores hay más movimiento del que debería. El pulpo crudo se ha convertido en un Kraken que bucea por los jugos gástricos en busca de alguna incauta gamba que haya huido de la dulce muerte en los acidos del aparáto digestivo, para acabar en una horrible y desagradable muerte en manos del "calamar japones de la muerte".
La comida se divide en tres tipos (si descontamos el puto arroz tres delicias... que no acabamos de descubrir de que parte de oriente es, incluso, muy probablemente sea este debate el desencadenante de la división de las dos Coreas). Están los makis, que sí me gustan, las tempuras; que sin más; y el sushi, que sin ser un alimento asqueroso no se ha convertido en un alimento del que diga "dios, me comería un plato entero de sushi ahora mismo", sino "bueno va, un poquito pero luego nos vamos a comer un bocata de txistorra".
Conclusión: la japonesa es una cultura tan respetable como cualquier otra, y se les agradece que limiten su actividad a la venta de pescado crudo y no a la venta de cervezas del Dya por un euro. Pero entre sus incontables avances a lo largo de los milenios (hay que reconocer su contribución en las ciencias, como la astronomía o las matemáticas), pero parece que todo el esfuerzo que dedicaron en elaborar un idioma imposible lo dejaron de dedicar a la cocina. Porque uno de los primeros descubrimientos del homo sapiens fue el fuego y a estos parece se la trajo floja y siguieron comiendo crudo. Siglos comiendo así han acostumbrado sus estomagos a estos alimentos, pero el nuestro no, y la descarga matutina de esta mañana lo demuestra (no me obliguéis a dar detalles). Tengo en cuenta que es la novedad y la moda, como cuando llegó el Telepizza, el chino o el McDonals... pero no nos está trayendo nada bueno. A parte de que no me fio de ellos y veo una conspiración a largo plazo para ocupar todos los continentes al estilo Blade Runner...
En próximas ediciones os comento a la camarera en cuestión y mi lucha por comer con palillos (no cogí el tenedor ni una vez... bueno una... y sólo usé las manos en tres o cuatro ocasiones).
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Torrego's Resurrection
"Y Txus dijo: 'torrego´s cofi, levántate... ¡y escribe de una puta vez, copón! (...copón... ...copón... ...copón... ...copón)"
Ya sabéis que la religión no es tema al que le tenga simpatía, pero resulta irónico que sea yo el que, finalmente, me salte adelante a resucitar este triste y abandonado blog. Surgido de las inclemencias de la licenciatura 2005 y la distancia geográfica, pero vencido sin remedio por nuevas modas tan insustanciales como entretenidas (facebook, sobre todo).
"El blog está muerto", es la frase que más se ha oído entre los miembros de esta, vamos a llamarla, cuadrilla. Me propongo la tarea de resucitarla y me comprometo a escribir en él a partir de mañana. Cuando no tenga en mente paranoias mentales a las que acostumbro (cada vez menos, hay que reconocerlo... necesito mi dosis de surrealismo y locura pero ya), tiraré por el tema acostumbrado "Palomitas con Txus". Y al que diga: "sólo escribes de cine", le cortaré digital y literalmente sus genitales.
TIRONES DE OREJAS PARA TODOS
Llega el turno de las ofensas. Con la esperanza de que, entre todos, realicemos una reflexión profunda por nuestras conciencias, lloremos desconsoladamente bajo la lluvia, para después animarnos de una puta vez a colaborar en este nuestro blog (qué ha llegado a recibir visitas asíduas de Japón, Rusia, India y países más recónditos).
Porque si este blog ha muerto es porque nadie se ha interesado por mantenerlo con vida. Y si quienes lo mantenían con vida eran dos personas, el que se oculta bajo el pseudónimo de Pedrito (aunque nos deleitara con cien mil 'sagas' que nunca pasaron de los dos post) y yo, era más que una muerte anunciada que cuando, ya sea por falta de tiempo, desinterés o sequía mental, este blog se hundiera en la miseria.
"Yo sí he escrito", escucho que proclaman por ahí. Es cierto que Sonia y Viky aportarón algo, con sus FSI y un TestimoÑos que no tuvo continuación. Pero el resto os limitasteis a leer y comentar...
Así que sin más componendas y esperando que alguien visite el blog y lea esto... inauguro la segunda vida de Torrego... ojalá no sea una próxima segunda muerte.
Ya sabéis que la religión no es tema al que le tenga simpatía, pero resulta irónico que sea yo el que, finalmente, me salte adelante a resucitar este triste y abandonado blog. Surgido de las inclemencias de la licenciatura 2005 y la distancia geográfica, pero vencido sin remedio por nuevas modas tan insustanciales como entretenidas (facebook, sobre todo).
"El blog está muerto", es la frase que más se ha oído entre los miembros de esta, vamos a llamarla, cuadrilla. Me propongo la tarea de resucitarla y me comprometo a escribir en él a partir de mañana. Cuando no tenga en mente paranoias mentales a las que acostumbro (cada vez menos, hay que reconocerlo... necesito mi dosis de surrealismo y locura pero ya), tiraré por el tema acostumbrado "Palomitas con Txus". Y al que diga: "sólo escribes de cine", le cortaré digital y literalmente sus genitales.
TIRONES DE OREJAS PARA TODOS
Llega el turno de las ofensas. Con la esperanza de que, entre todos, realicemos una reflexión profunda por nuestras conciencias, lloremos desconsoladamente bajo la lluvia, para después animarnos de una puta vez a colaborar en este nuestro blog (qué ha llegado a recibir visitas asíduas de Japón, Rusia, India y países más recónditos).
Porque si este blog ha muerto es porque nadie se ha interesado por mantenerlo con vida. Y si quienes lo mantenían con vida eran dos personas, el que se oculta bajo el pseudónimo de Pedrito (aunque nos deleitara con cien mil 'sagas' que nunca pasaron de los dos post) y yo, era más que una muerte anunciada que cuando, ya sea por falta de tiempo, desinterés o sequía mental, este blog se hundiera en la miseria.
"Yo sí he escrito", escucho que proclaman por ahí. Es cierto que Sonia y Viky aportarón algo, con sus FSI y un TestimoÑos que no tuvo continuación. Pero el resto os limitasteis a leer y comentar...
Así que sin más componendas y esperando que alguien visite el blog y lea esto... inauguro la segunda vida de Torrego... ojalá no sea una próxima segunda muerte.
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