Un pokillo más

He prometido mi aportación para el cumple de la vicky, y a falta de unos minutos para el final del día ahí los cuelgos. Fotos llenos de significado y belleza.


Cuando conocí a esta persona, estaba convencida de que se había teñido el pelo de azul. Aunque en realidad lo tenía negro. Lo movía de un lado para otro y decía: "¿Ves los reflejos azules?". "¡Es negro!", respondía yo.



Amante de los imitadores de Serrat, sus otras aficiones consisten en secuestrar conos mugrientos de las obras, abrazarlos con fuerza y gritarles: "¡¡¡Conooooooo!!!". Pero es maja.



Temperamento fuerto, que le dicen. Si se cabrea tiembla la tierra. Pero en esa pose de mujer de hierro tiene un corazón de gominola que le hace derretirse en lágrimas cuando ve ET.
Y no sé que más contar de esta maña (que ya se sabe, más vale maña que maño), a parte de que lo de las ondas lo lleva en la sangre desde chiquitita y ahí está, que no hay quien le separe del micrófono (de Cadena Ser, eso si, que a ver quien se fia de los obispos y los puntos).