Metamorfosis

Antes de nada debo explicar que el sujeto de la foto no es el protagonista de esta historia, pero como yo tampoco protagonizaba el rap que tanto éxito ha tenido y fui su portada, me tomo la libertad (y pequeña venganza cariñosa) de ilustrar mi narración con él.
Hace unos días, caminaba por la calle y me ocurrió algo que me dejó reflexionando sobre el vertiginoso ritmo de los años toda la tarde. Me quedé observando a un chico que salía de su coche de empresa, arreglado, elegante. El chaval se me quedó mirando, y yo a él.
- ¿Virginia?
- ¡¡Raúl!!
Lo conocí al instante, era mi compañero del colegio, hasta octavo de EGB (si, yo empecé la ESO en 3º, qué pasa?? soy mayor!!). Pero no tenía nada que ver con lo que era entonces. El típico gallito de la clase, el gamberrete, el chungo, se había convertido, cual gusano en mariposa, en un trajeado comercial, con bufanda blanca anudada en el cuello y zapatos relucientes que, cuyo brillo no reflejaba ni una parte de lo que cualquiera hubiéramos imaginado de de Raúl en un futuro.
Mantuvimos una conversación curiosa por ambas partes y nostálgica, en parte, recordando a compañeros de los que poco sabemos ya. Él está pagando un piso con su pareja, ganandose el pan con esa "geta" que le caracterizaba de pequeño. "Ya sabes que lo mío nunca fueron los estudios, tuve que explotar otras cualidades", comentaba entre risas.
Los que decían que la tierra era plana y estática no se pararon a pensar en las vueltas que da la vida. Y, sobre todo, a qué velocidad.