¿Qué hora es? ¿A las 3 serán las 2? ¿A las 2 serán las 3? ¿Dónde vivimos, tio? Hoy he viajado en el tiempo sin saberlo. Ayer me fui a la cama y todo era presente, pero mientras dormía mi coche se ha convertido en un Delorean y me ha mandado una hora al pasado.
Me levanté y todo iba normal. Me desperezaba, me quitaba las legañas, incluso mi gato seguía normal (aunque de ELLOS nadie puede fiarse). Desayuné un café recalentado de ayer (aunque era menos de ayer de lo que yo pensaba) y salí a la calle a cumplir con mi obligación sin saber que iba una hora por detrás de los demás. El cielo era azul, la gente era igual en el pasado que en el presente (con lo que se demuestra que 'Cuéntame..." es una patraña. He estado en el pasado y no es para tanto), los coches no volaban, seguían yendo a gasolina sin plomo, nada de darle a la manivela, y la gente me reconocía al pasar. Quizá se murmuraron para sus adentros "lo mal que se conserva este chico, parece más viejo que ayer".
Me paré en la Estafeta a tomar una caña y un pintxo (el desayuno de los campeones) y le oí a un anciano decir: "Ahora mismo es la una. ¡Qué cosas!". Triste de mi, pensaba que hablaba de la diferencia horaria con otro país. Pero llegué a mi 'previsión' del día (lo que tengo que escribir por la tarde, vamos) y entrevistando a una mujer me dice:
- ...y con esto de que han cambiado la hora.
- ¿Han cambiado la hora?
- Sí.
- ¿Y qué hora es?
- Las dos y media.
¡Dios mío! No estoy en la hora en que debería estar. ¡Qué hago! Tengo que volver antes de que me cambie el curso de los acontecimientos futuros. No puedo cambiar el curso de los acontecimientos, podría desaparecer, alterar con un ligero pisotón el futuro entero de la humanidad. Piso el pie de una persona que iba a ser la campeona navarra de atletismo, donde conocería a su marido y tendrían un hijo que sería el único capaz de evitar una mortífera invasión alienígena. Tenía que volver. ¿Pero cómo? En mi móvil seguían siendo la una y media. ¡El móvil! ¡Ese es mi camino!
Agarre el móvil y me fui a 'Ajustes'. Mis dedos se movían por el teclado hasta llegar a 'Reloj y fecha'. Conforme pulsaba botones iba desapareciendo poco a poco, mi mano se iba haciendo transparente y debía hacer más fuerza por dar a los botones correctos para cambiar la hora. El 1... El 4... El 3... ¡Desaparezco! ¡Me desvanezco en el tiempo! ¡No existo a la una y media!
Aparezco. Estoy en el mismo sitio. Sólo que son las dos y media. He vuelto al presente.
La próxima vez que alguien me avise y cambio el reloj antes. No puede uno estar viajando en el tiempo cada dos por tres. Mira Michael J. Fox, es malo para la salud. Acabaré con Parkinson.
1 comentario:
No me lo puedo creer... Macflyyyyy, toc, toc, ¿hay alguien ahí? toc, toc
ejejejeeje
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