EPISODIO 3: UN TOQUE "SESI"
A Adrian Brody le encanta España. Era el único país donde se podían hacer carreras de coches ilegales, sin que te metieran en la cárcel por ello. Pero esta vez, Adrian tenía otro menester: Iba a la fiesta de la Sueps. En casa del Señor Suesps, que era el propietario de la multinacional toniquera.
A Adrian Brody le encanta España. Era el único país donde se podían hacer carreras de coches ilegales, sin que te metieran en la cárcel por ello. Pero esta vez, Adrian tenía otro menester: Iba a la fiesta de la Sueps. En casa del Señor Suesps, que era el propietario de la multinacional toniquera.
Adrian llegó a la mansión con su automóvil de lujo. Y arrojó las llaves al aparcacoches, al que le indicó gentilmente.
- Eh! piltrafilla, trátalo con cuidado, vale más que la vida de tus hijos.
- .... sí, señor.
- Y como le vea una rayita, te hago una cara nueva, so payaso.
Ya en la fiesta, Adrian se sirvió una sueps. Como no encontraba el abrelatas, empezó a rasgar la boca de la botella contra la pared. El anfitrión, el Señor Sues, se acercó a él.
- Hummm.. Señor Brody. Pérdone que le moleste. Pero está usted rayando mi Kandinsky.
- .... ¿Kandinsky? Ese tío, ¿con qué pintaba? ¿con la polla?
- ... más o menos. Venga por aquí, le voy a presentar a mi esposa.
Le llevó hasta su distinguida mujer, que le ofreció su mano. En cambio, Adrian cogió y se tiró a la cara de la dama, lamiéndole el cuello.
- ¡AAAAAAH! ¡SUÉLTEMEEEEE!
- Ven aquiiiiii, que sé que te gustaaaa... ¡golfa!
Una sombra se acercó al sujeto y le cogió por el hombro al Sr. Brody.
- Seguridad, acompáñeme, por favor.
Adrian acompañó al sujeto. Que le llevó a la parte trasera de una furgoneta. El sujeto, sosegadamente, le señaló:
- Sr. Brody. Debo decirle que no soy del cuerpo de seguridad. Siento haberle mentido.
- Ya... vaya, no puedo estar tan bueno.
- Soy el Dr. Bronxon. Y el cirujano de Cambio Radical es un aficionado comparado conmigo.
- Enhorabuena, so capullo.
- Y, bueno, debo decirle que... esa nariz suya... eeeeeeh... no me gusta. Empezaré por ahí.
- ...
- Por cierto, me he dejado la anestesia en casa. Espero que no le importe.
- AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH
Mientras, el inspector Plyton estaba en su casa. Estudiando las fotos de las últimas víctimas de Bronxon. El policía mascaba su sandwich de atún. Entonces, descubrió algo y dejó de mascar: NO HABÍA ECHADO MAYONESA AL SANDWICH
4 comentarios:
Menos mal que no te has dado por vencido con esta colección de post. A todos nos sienta bien torturar ficticiamente a todas aquellas personas públicas a las que detestamos. Yo propongo que la gente dé sugerencias de torturas para el Sr. Bronxon. Por mi parte, se me ocurren ahora dos: los dobladores de 'Little Nicky' (más que nada Florentino Fernández, pero el reparto entero, no sólo los dobladores, el director y el guionista podrían ir a la saca en una masacre tipo Saw) y, también, 'no es Dani Martín, es Corso'.
Jo, Txus, muchas gracias.
Por fin alguien que me comprende. Esto va bien, déjare de inventarme amigos imaginarios.
Y a los demás, ya sabeis. Si quereis que torture a alguien con el que no tragueis, no teneis más que decírselo a papá Josemi.
Y papá Josemi les hará conocer un nuevo significado para la palabra dolor.
(Se entiendo que dentro del marco de la ficción, claro. Que se empieza así y se acaba matando a 32 estudiantes de la universidad de Virginia. Y yo a Virginia la quiero mucho y ella lo sabe)
Gracias Josemi, yo tb te quiero, pero yo sigo rallándome mucho con el Dr. Bronxon. Sinceridad ante todo.
Yo también Vir.
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