A veces me planteo recuperar una de las ilusiones de mi adolescencia: intentar escribir un libro. Pero me asaltan las dudas. ¿Sobre qué puedo escribir? ¿Seré capaz de darle un sentido completo a un documento para el que se necesiten más de dos minutos de lectura? ¿Redactaré algún texto inteligible que no tenga caducidad mañana por la mañana? Y lo más importante, ¿suscitaría el interés de algún lector?Y la respuesta que me autodiagnostico es que, sin saber cómo ha ocurrido, ahora me falta imaginación, originalidad, y sobre todo, prosa.
Recuerdo los tiempos en los que cualquier ejercicio de redacción era un placer y finalizaba con una enhorabuena o un sobresaliente. Pero eso era antes, cuando me sobraba la inventiva, la ilusión, las formas, las metáforas…
Estoy tan acostumbrada a escribir yendo al grano, sin detalles inútiles, sin poesía, sin adornos, y siempre pensando en lo efímero, que me cuesta horrores volver a aquella etapa.
Y adoraba escribir, y tenía un diario, y escribía cartas manuscritas, con su sello, con su sobre y con sus hojas de cuaderno cuadriculadas…
4 comentarios:
Je! Precisamente hablé ayer de esto mismo con una becaria. Me dijo que estaban hablando con gente para un concurso de relatos para su proyecto de fin de carrera, y me invitó a participar. De repente, me di cuenta de que no sabría ni por dónde empezar. ¿Tanto hemos cambiado? ¿Tanto nos marca la actualidad que no sabemos salirnos de ahí, y de un modo estandar de contar y escribir las cosas? Uf...
Nada se pierde. No os pongáis catastrofistas. Realmente no es cuestión de falta de imaginación, sino de costumbre... y de paciencia. Hay que sentarse y escribir, aunque lo que escribas al principio sea una mierda. Pero conforme vas tecleandos van viniendo ideas. Todo es ponerse. Hace tiempo que no escribo nada pero sigo anotando las ideas para algún día... (lo que decía, pereza y vagancia).
Lo que nos falta es algún ejercicio creativo: como esa historia interactiva que empezamos en la carrera y que no llevó a ninguna parte. Alguien comienza un relato, aunque sólo sean unas cuantas líneas y el resto lo seguimos. Ya verás como empiezan las ideas.
Qué optimista eres, Chechu... Quizá tengas razón y sólo es pereza, pero en mi caso es verdad que ahora escribo peor que antes. Nada es literario, sólo claro y directo. Pero tb sigo anotando ideas, de vez en cuando.
Menos mal que no sólo me pasa a mi esto!!
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