El autor se sentó al ordenador. El hecho de que no hubiera ido a la casa rural lo había dejado sin fuente de inspiración. Escribir sobre el comando Torrego sin saber sus últimas andanzas no iba a ser fácil. Por otro lado, alguien había creado un fotolog llamado “Torrego”. Una especie de versión pictórica del propio blog. El movimiento Torrego estaba cambiando, y él no se estaba adaptando a los nuevos tiempos. Sin embargo, se quitó la pereza mental, y se puso a escribir…
CAPÍTULO 10. DEMASIADA PASIÓN POR LO SUYO
En la celda, habían perdido la noción del tiempo. Desde que se terminó sus galletitas, Aser sentía un hambre que le llevaba al delirio. De pronto, vio un pollo asado. Ahí mismo, en el suelo. Era como un sueño, Aser se acercó al pollo con gesto goloso. En esas, el pollo empezó a hablar:
- kaixo, egunón… ggggr…. GUAU!!! GUAU!!!
Por suerte, Soni salvó a Ximo antes de que Aser lo atrapara.
Mientras, José se puso a tocar la guitarra:
Tengo una radio estropeada,
Tengo un perro que no sabe ladrar…
Vir sintió que lo de la radio iba por ella y estalló en cólera:
- ¡¡¡Basta, tenemos que salir de aquí!!
El pobre loco puso cara de extrañeza:
- ¿salir de aquí? ¿para qué?
- … ¿cómo has dicho? ¿cómo que para qué? ¡¡¡Para escapar!!!
- … ¿escapar? ¡¡¡Ché!! ¡¡¡Eso no tiene sentido!! Yo puedo salir de aquí siempre que quiera, pero nunca lo he hecho, ¿viste?
- …
Entonces el pobre loco abrió una puerta secreta en una pared y mostró la salida. Los prisioneros flipaban. Acto seguido, Vir, Aser, José y Soni salieron de aquel agujero. Le dijeron a pobre loco que fuera con ellos, pero éste les contestó:
- Lo siento, flacos, pero éste es mi hogar. De todas formas, si me necesitais, llamad a “producción” y recién me reuniré con vos. Ciao (CONTINUARÁ)
Nota: mi próximo post no va a ser comando Torrego, será una anécdota personal. Adelantaré sólo el título, se llamará: “el hombre de la cara quemada, el psicópata y la rubia”.
CAPÍTULO 10. DEMASIADA PASIÓN POR LO SUYO
En la celda, habían perdido la noción del tiempo. Desde que se terminó sus galletitas, Aser sentía un hambre que le llevaba al delirio. De pronto, vio un pollo asado. Ahí mismo, en el suelo. Era como un sueño, Aser se acercó al pollo con gesto goloso. En esas, el pollo empezó a hablar:
- kaixo, egunón… ggggr…. GUAU!!! GUAU!!!
Por suerte, Soni salvó a Ximo antes de que Aser lo atrapara.
Mientras, José se puso a tocar la guitarra:
Tengo una radio estropeada,
Tengo un perro que no sabe ladrar…
Vir sintió que lo de la radio iba por ella y estalló en cólera:
- ¡¡¡Basta, tenemos que salir de aquí!!
El pobre loco puso cara de extrañeza:
- ¿salir de aquí? ¿para qué?
- … ¿cómo has dicho? ¿cómo que para qué? ¡¡¡Para escapar!!!
- … ¿escapar? ¡¡¡Ché!! ¡¡¡Eso no tiene sentido!! Yo puedo salir de aquí siempre que quiera, pero nunca lo he hecho, ¿viste?
- …
Entonces el pobre loco abrió una puerta secreta en una pared y mostró la salida. Los prisioneros flipaban. Acto seguido, Vir, Aser, José y Soni salieron de aquel agujero. Le dijeron a pobre loco que fuera con ellos, pero éste les contestó:
- Lo siento, flacos, pero éste es mi hogar. De todas formas, si me necesitais, llamad a “producción” y recién me reuniré con vos. Ciao (CONTINUARÁ)
Nota: mi próximo post no va a ser comando Torrego, será una anécdota personal. Adelantaré sólo el título, se llamará: “el hombre de la cara quemada, el psicópata y la rubia”.
1 comentario:
ese perro da grimilla, mucha grimilla
yo os salvaré
u os destruiré
aún no lo he decidido
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