Pocos días después conocer la noticia de la inesperada retirada del mítico neopreno de Txus, me encontraba en una tienda de deportes de mi villa a la búsqueda de una prenda con cualidades para protegerme del frío y la nieve que cada año llegan para hacernos la vida más difícil. Rodeado de decenas de camisetas, pantalones de chandal, sudaderas, calcetines... algo me 'llamó' de repente. Fue como un susurro, un chst, chst. Era negro, lo que le hacía pasar inadvertido en aquel rincón, pero ofrecía un buen tacto y prometía no dejarme pasar frío. "Cómprame", parecía decirme... Yo no sabía bien qué hacer. Pensaba que era momento de pasar página. De no volver al pasado. En ese mismo momento, el viento golpeaba con virulencia en el ventanal del comercio, y una vecina pasaba junto a éste, arrastrando el carro de la compra, con la bufanda hasta las orejas y maldiciendo el invierno de la montaña...
Minutos después, salía de la tienda con una bolsa en la que una cazadora de neopreno 'sonreía' por haberse salido con la suya.
La saga continua...
Minutos después, salía de la tienda con una bolsa en la que una cazadora de neopreno 'sonreía' por haberse salido con la suya.
La saga continua...